Esta ley foral cuenta con cinco títulos, siete disposiciones adicionales, tres transitorias, una derogatoria y seis finales.
Un informe hecho público este martes por el Ministerio de Igualdad deja patente el problema de las infradenuncias por violencia de género en nuestro país. El documento titulado XIII Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer desvela que de las 835 mujeres víctimas mortales registradas desde que se dispone de información sobre tutela institucional (1 de enero de 2006) hasta finales de 2019 (fecha que evalúa el documento), solo se habían presentado denuncia por violencia de género en 217 casos. Es decir, que del total de mujeres asesinadas durante esos 14 años, sólo denunció una media del 26%.
La pregunta, en síntesis, puesto que la elaboración por parte de quien la emitió, que no era otro que uno de los jueces de Vigilancia Penitenciaria de España en el encuentro que les reunió esta semana en Pamplona, decía tal que así: «¿Hay malos de maldad por naturaleza y es frustrante trabajar cuando te encuentras con un sujeto de ese tipo?». Iba dirigida la cuestión a los profesionales de la psicología que trabajan en Pamplona con todo tipo de presos, y realizan los programas de intervención y tratamiento con maltratadores y agresores sexuales.
Los programas de intervención terapéutica con población reclusa en los centros penitenciarios se encuentran ya implementados en la mayoría de prisiones del Estado y los especialistas que tratan con los internos alcanzan resultados coincidentes en sus análisis. En el encuentro de jueces de Vigilancia Penitenciaria que se está celebrando desde el miércoles hasta hoy en el Palacio del Condestable de Pamplona varios expertos coincidieron en señalar que el camino a la reinserción social de la población penitenciaria discurre desde luego por la participación en dichas terapias de intervención.
Uno de los últimos programas de tratamiento que se han implementado con internos de la prisión de Pamplona es el que se encarga de reeducar a los agresores sexuales, que desde hace años se ejercía con aquellos condenados que no hubieran tenido que ingresar en la cárcel. En abril de 2021, merced a un convenio entre el Ejecutivo foral y el Ministerio de Interior, llegó el programa a la cárcel navarra.
Se encuentran en cifras récord en la atención psicológica a menores como víctimas de situaciones de violencia.
A lo largo de 2021 la Fundación ANAR atendió 251.118 peticiones de ayuda, cifra que supone un incremento del 50,9% con respecto al año anterior.
Un año más, la violencia sigue siendo el principal motivo de consulta al Teléfono/Chat ANAR, pasando de atender 6.259 casos graves de violencia en el año 2020 a 8.565 casos graves en el año 2021 (+36,8%).
No obstante, a raíz de la pandemia provocada por el covid-19 (que ha acentuado la soledad o los problemas de comunicación), Fundación ANAR viene notando un alarmante repunte de los problemas de salud mental de los más jóvenes, que representaron este pasado año el 32,5% de las peticiones totales de niños, niñas y adolescentes y han supuesto un incremento del 54,6% respecto a 2020.