El programa ha atendido a 1.351 hombres desde 2005, de los que 784 finalizaron el tratamiento, con 98 fracasos. Un tercio se crió en un ambiente de violencia en la infancia.
Ya en enero de 2005, incluso antes que la Ley de Violencia de Género obligara a ello, Navarra puso en marcha un programa terapéutico para maltratadores, que se dirige y coordina desde la Sección de Atención a Víctimas del Delito del Servicio Social de Justicia. Su ejecución está a cargo del Psimae, Instituto de Psicología Jurídica y Forense. El programa, que también se desarrolla en prisión por los mismos profesionales que en medio abierto, atendió en su primer año de origen a 49 personas y en la actualidad supera los dos centenares de intervenciones al año.
A lo largo de este tiempo, los profesionales del Psimae, que desde hace tres lustros desempeña esta actividad profesional junto a la atención psicológica a víctimas, han finalizado el tratamiento con 784 sujetos de los 1.351 que lo han iniciado (114 de ellos siguen en el mismo). El 36% de ellos, hasta 258 agresores, han acabado con éxito el programa mientras que el 52% de los mismos han experimentado mejoría a lo largo de la intervención. Las estadísticas de fracaso se cifran en el 12% sumando los 98 agresores con los que la terapia no ha funcionado. “Ese es nuestro reto, pensando siempre en que también hay personas irrecuperables y que a los verdaderos maltratadores, a los que llamaríamos depredadores, es muy difícil verles en el programa. Esos se nos escapan, son violentos y antisociales y no acceden al tratamiento”, expone Josean Echauri Tijeras, director de Psimae.