Se encuentran en cifras récord en la atención psicológica a menores como víctimas de situaciones de violencia.

A lo largo de 2021 la Fundación ANAR atendió 251.118 peticiones de ayuda, cifra que supone un incremento del 50,9% con respecto al año anterior.

Un año más, la violencia sigue siendo el principal motivo de consulta al Teléfono/Chat ANAR, pasando de atender 6.259 casos graves de violencia en el año 2020 a 8.565 casos graves en el año 2021 (+36,8%).

No obstante, a raíz de la pandemia provocada por el covid-19 (que ha acentuado la soledad o los problemas de comunicación), Fundación ANAR viene notando un alarmante repunte de los problemas de salud mental de los más jóvenes, que representaron este pasado año el 32,5% de las peticiones totales de niños, niñas y adolescentes y han supuesto un incremento del 54,6% respecto a 2020.

El primer estudio de prevalencia realizado en seis países europeos, incluido España, con una muestra de 10.302 personas concluye que el 65% de los menores han sufrido violencia psicológica y el 35% violencia sexual durante la práctica deportiva.

Con el objetivo de analizar y comprender el abuso sexual en la infancia y adolescencia en España, la Fundación ANAR ha realizado el primer estudio que aborda la evolución de este silenciado problema en los últimos 11 años desde el punto de vista de las víctimas, y que arroja luz sobre asuntos como el perfil de éstas y de los agresores, las formas de abuso, las reacciones del entorno, los síntomas o las consecuencias, entre otros.

La tasa de crecimiento de los casos de abuso fue de un 300,4%, lo que indica que se han multiplicado por 4, pasando de 273 casos en 2008 a 1.093 casos en 2020. Además, mientras que el incremento anual del número de casos fue de un 14,3% de media, en los últimos 5 años se ha disparado al 20,5%, aumentando especialmente los abusos a través de las tecnologías: Grooming (36,7% de crecimiento anual) y Sexting (25,0%).

 

El informe de UNICEF Ocultos a plena luz recopila datos de 195 países y muestra cifras impactantes sobre la violencia sufrida por niñas y niños. Informan, por ejemplo, que cerca de 120 millones de niñas menores de 20 años en todo el mundo (alrededor de 1 de cada 10) han experimentado relaciones sexuales por la fuerza u otros actos sexuales forzados, y 1 de cada 3 niñas adolescentes de 15 a 19 años que estuvieron alguna vez casadas (84 millones) ha sido víctima de violencia emocional, física o sexual por parte del esposo o compañero. En Suiza, un estudio nacional de niñas y niños de 15 a 17 años realizado en 2009 encontró que el 22% y el 8%, respectivamente, habían sufrido al menos un incidente de violencia sexual con contacto físico. La forma más común de violencia sexual para ambos sexos fue la victimización a través de Internet.

 

El Gobierno de Navarra, a través de la Dirección General de Justicia, ha encargado a Save The Children un diagnóstico de la atención prestada actualmente a los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual. El objetivo es mejorar dicha atención e implantar, en un futuro, el denominado modelo Barnahus para la configuración de entornos amigables en su contacto con la Justicia.

El programa dirigido a jóvenes entre 15 y 19 años y avalado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) entre otros organismos, se compone de los siguientes módulos:

  • Módulo 1. Conociéndome y fortaleciendo mi autoestima.
  • Módulo 2. Conociendo mi cuerpo adolescente.
  • Módulo 3. Mi sexualidad es importante.
  • Módulo 4. Promovamos la igualdad.
  • Módulo 5. Convivimos con respeto.
  • Módulo 6. Soy adolescente con bienestar.

En el documento se proporciona todo el material necesario para que los formadores puedan implementar el programa, que tiene una duración de 52 horas. Tal y como señalan los autores, la metodología propuesta se caracteriza por ser “participativa, lúdica y reflexiva”, incorporando “técnicas y materiales diseñados que se relacionan estrechamente con las temáticas y permiten a las personas participantes analizar y reflexionar sobre dichos temas, modificar sus conocimientos, actitudes y prácticas”.

La Comunidad de Madrid ha reafirmado su apuesta por el modelo de intervención que mantiene desde casi dos décadas para jóvenes y menores que cumplen condena. Un modelo que «queda avalado por datos como el escaso porcentaje de riesgo de reincidencia y los buenos resultados de sus programas de reinserción sociolaboral, todo ello en un contexto tan difícil como la crisis sanitaria provocada por la pandemia».

El descuido y el abandono a un niño es una de las causas más comunes de maltrato infantil y, desafortunadamente, existen muchos patrones de negligencia.

No cabe duda de que casi todas las madres y padres de este mundo no pueden entender la idea de descuidar a un niño. Sin embargo, y tristemente, se trata de un tema que ocurre más de lo que cabría esperar, por muchas razones y varias circunstancias. Hablar de negligencia infantil supone adentrarnos en un terreno pantanoso, pero necesario, ya que supone una de las formas más comunes de maltrato infantil. Y es que, en España, y según datos recabados en el año 2019 por el Registro Unificado de casos de sospecha de Maltrato Infantil (RUMI), la negligencia infantil representa hasta el 50% de todas las notificaciones registradas como sospechosas de maltrato; un estudio que se publicó en el Ministerio de Sanidad y cuya conclusión fue que la negligencia es el tipo de maltrato infantil más frecuente en España.